A veces es una palabra la que lastima,
que acaba siendo un tanto amarga,
dolorosa como una guadaña,
afilada con gran saña.
No solo las acciones matan,
a veces las palabras quedan pegadas,
como una red de pegajosas
y muy enredadas telarañas.
Ni en esta vida ni en la anterior,
he visto algo que fuese peor,
las palabras se fueron borrando,
se van, poco a poco, despegando,
de nuestras efímeras y etéreas
pobres vidas.
¿Quién diría, quién diría,
que acabaríamos en esta ruina,
donde nadie de cuenta daría
de lo que acontecería?
Espero que os hubiese gustado. No diré su significado, pues veo en la poesía un arte libre en el que cada uno debe interpretar en su corazón el significado de cada poema, ya que pienso que, ¿Por qué no se puede interpretar de diferentes maneras?
Ave Lunática
Gracias por tu contribución, Rebeca, un poema muy interesante y lleno de sensibilidad. Ahora a seguir publicando y haciendo crecer este blog de clase.
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